Cada día parece llegar al mercado un nuevo alimento milagro
que nos va a ayudar a perder algunos kilos, aumentar la energía y mejorar nuestro
sistema inmunológico. Los productos “saludables” están de moda en los
supermercados, pero no son ninguna novedad: desde hace décadas la industria
alimentaria también se dirige a los consumidores que se preocupan por la salud
ofreciéndoles productos que “aparentemente” son saludables pero que en realidad
están cargados de aditivos, químicos e ingredientes de dudosa calidad. A pesar
de presentarse como alimentos saludables y nutritivos, muchos de estos
productos no solo aparentan ser algo que no son, sino que pueden incluso tener
un impacto negativo en la salud.
Está claro que algunos productos engañan, ¿pero con cuáles
deberíamos tener más cuidado? Estos son los alimentos “aparentemente”
saludables que podrían no ser tan buenos como aseguran ser y las opciones
alternativas que te convienen en cada caso.
LOS 5 ALIMENTOS MÁS ENGAÑOSOS QUE DEBERÍAS EVITAR
1. PESCADO DE
PISCIFACTORÍA
El
pescado es famoso por la gran cantidad de propiedades que aporta a la salud:
normalmente suele contener grasas beneficiosas para el corazón y micronutrientes
esenciales, por lo que es un alimento a incluir en una dieta equilibrada. De
hecho, la Asociación Americana del Corazón (AHA por sus siglas en inglés)
recomienda comer al menos dos porciones de pescado a la semana
Sin embargo, a pesar de que al pescado salvaje se le
atribuyen muchos beneficios para la salud, el pescado de piscifactoría no
resulta tan beneficioso y no conviene abusar su consumo. El salmón de
pscifactoría, por ejemplo, escondido tras un etiquetado que lo llama “Salmón
atlántico”, parece tener una mayor cantidad de sustancias contaminantes y
toxinas cancerígenas. Por si eso fuera poco, se ha descubierto que
consumir pescado de piscifactoría puede suponer problemas graves de salud como
la resistencia a la insulina y la obesidad.
Lo recomendable es optar por pescados más saludables para
asegurarte una cantidad adecuada de ácidos grasos omega 3 y micronutrientes: el
salmón salvaje de Alaska, la caballa del Atlántico y las sardinas del Pacífico,
por ejemplo, son una alternativa nutritiva y deliciosa.
2. MUESLI (DE BOLSA)
Aunque el muesli suele considerarse una opción de desayuno
nutritiva y más saludable que otros dulces como la bollería industrial o los
cereales cargados de azúcar, tenemos que tener en cuenta que el muesli de las
baldas de los supermercados también suele tener una cantidad considerable
de azúcar y calorías vacías (¡tanta que debería considerarse más un postre
dulce que otra cosa!). Darle al cuerpo tanta azúcar por la mañana puede tener
efectos perjudiciales en tu salud, tal y como indican los estudios que analizan
la conexión entre una ingesta elevada de azúcar con una alta probabilidad de
desarrollar cáncer, diabetes y obesidad
Como alternativa a los mueslis que tienen más de 8-12 gramos
de azúcar por porción, te recomiendo prepararte tu propia mezcla (¡o barritas
de granola!) en casa con ingredientes nutritivos como los copos de avena, los
frutos secos, las semillas y la fruta seca, por ejemplo. También puedes
añadirle a tu yogur otros ingredientes muy beneficiosos para la salud como las
semillas de chía y de cáñamo para darles un toque aún más crujiente, en vez de
utilizar muesli.
3. ZUMOS DE FRUTA
PROCESADOS
Hay mucha gente que se imagina un zumo en la mesa cuando se
le pide que piense en un desayuno equilibrado. No obstante, los zumos de
fruta son algo que deberíamos reconsiderar cuando escribimos la lista de
la compra. Muchos de los smoothies que se venden en los supermercados, por
ejemplo, tienen una lista tan larga de ingredientes añadidos que pierden sus
beneficios. Por otro lado, los zumos de fruta procesados suelen estar
llenísimos de azúcar y carecen de la fibra beneficiosa que tiene la fruta
entera. Este último dato es importante porque la fibra ayuda a reducir la
absorción de azúcar en la sangre para prevenir las subidas y bajadas del nivel
de azúcar en la sangre y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes,
obesidad e hipertensión.
La fruta
entera como las naranjas, las manzanas y las uvas, por ejemplo, son una mejor
opción que los dulces zumos de fruta. No solo aportan muchísimas vitaminas y
minerales importantes, sino que son ricos en fibra por lo que ayudan a mantener
un buen nivel de azúcar en la sangre y a gozar de mejor salud. Como alternativa
a los zumos procesados puedes probar a hacerte tus propios zumos naturales en
casa.
4. SNACKS DIETÉTICOS
Por mucho que suene tentador e inocente tomar chips de
verdura como aperitivo, en general este tipo de alternativas a las típicas
patatas fritas no son nada saludables. De hecho, muchos de los chips que se
compran en tienda se han frito con muchísimo aceite y tienen cantidades
elevadísimas de sodio, grasa y otros ingredientes añadidos que te conviene
evitar.
En vez de comprarte una bolsa de estos fritos, prueba a
hacerte algunos chips de verdura en casa con col rizada, zanahorias,
calabacines o rábanos. Si tienes antojo de algo salado, otra buena alternativa
son las palomitas caseras, los garbanzos tostados y las semillas tostadas.
5. EDULCORANTES
ARTIFICIALES
Las tiendas están llenas de edulcorantes que se esconden
tras etiquetas que los califican de “saludables”, pero que en realidad se
alejan bastante de las propiedades de un producto beneficioso para la salud.
Los estudios concluyen que los edulcorantes artificiales como el aspartamo, la
sucralosa y la sacarina pueden incluso aumentar el apetito (¡y los antojos!) y
contribuir al aumento de peso o alterar la salud intestinal.
Reduce el consumo de productos “dietéticos” o “light” que
estén cargados de edulcorantes artificiales. Puedes endulzar las cosas por tu
cuenta con fruta fresca, estevia, miel sin refinar o sirope natural de arce,
por ejemplo: le darán un toque de sabor a tus platos dulces y calmarán tus
antojos de azúcar sin necesidad de meterte en el cuerpo los aditivos
químicos de los edulcorantes artificiales.
REFLEXIONES
En vez de decantarte por alimentos altamente procesados,
llenos de aditivos y químicos, intenta incluir en tu dieta más productos
frescos y nutritivos. La fruta, la verdura, los granos enteros, las legumbres y
la carne no procesada te aportan valiosos nutrientes y beneficios para la
salud. Realiza cambios simples en tu dieta del día a día cuando vayas a
degustar tus platos preferidos y así evitarás algunos de los efectos nocivos en
tu salud.
Recuerda "cuídate en cuerpo y alma"
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