Roscón de Reyes

Receta del Roscón de Reyes

Ingredientes para la masa:

• 500 gr de harina de trigo
• 150 gr de leche
• 2 huevos
• 80 gr de azúcar blanca
• 60 gr de mantequilla
• 15 gr de levadura deshidratada
• 25 gr de agua de azahar 
• 25 gr de anis dulce
• sal

Decoración:

• Frutas escarchadas
• Almendras laminadas
• Azúcar granulado 
• 1 huevo

Relleno (opcional)

• Nata
• Trufa
• Chantilli
• Mermelada
• Crema pastelera
• Cabello de Angel 
• *un haba
• *una figurita (niño Jesús o Rey Mago)

*Quién encuentra el haba, pagará el pastel al año siguiente, quién encuentre la figurita, será coronado Rey 

Video con el paso a paso de la Receta:

Elaboración:

En un bol amplio ponemos el harina, el azúcar, la levadura y una pizca de sal. Añadimos la leche tibia, los dos huevos a temperatura ambiente, el agua de azahar y el licor de anís y mezclamos con ayuda de una cuchara.

Cuando estén integrados los ingredientes volcamos la mezcla sobre una superficie lisa y no porosa para terminar de amasar. Cuando llevemos 5 o 6 minutos y la masa sea elástica incorporamos la mantequilla en pomada y seguimos amasando.

Cuando añadamos la mantequilla la masa se volverá pegajosa y difícil de amasar pero no desesperéis, continuad amasando hasta que se despegue de la mesa de trabajo y de las manos y tenga un aspecto más elástico. Tardaréis 10 minutos en conseguir ese efecto y cuando lo consigáis sabréis que ese es el punto correcto.

Poner la masa en un bol amplio previamente engrasado y tapar con un film de plástico. Dejamos leudar 3 horas o hasta que doble o triplique su tamaño. Este proceso será lento porque la masa lleva mantequilla y azúcar, lo que evita un leudado rápido.

Tened paciencia, si en vuestra cocina hace un poco de frío y la masa necesita 4 horas o 5 no desesperéis, dadle tiempo.

Una vez transcurrido el primer leudado volcamos la masa sobre nuestra mesa de trabajo y la aplastamos ligeramente para extraer el aire de la fermentación. No es preciso amasar pero sí darle forma de rueda poco a poco.

Una vez conseguida la forma de toroide lo ponemos sobre una bandeja de horno.

Sobre la bandeja de horno, cuando hayamos dado a la masa la forma de rueda, dejamos reposar y leudar 1 hora aproximadamente, lo necesario para que aumente un poco su tamaño. Durante este paso, la masa no subirá demasiado, pero sí lo hará de una forma más rápida que durante el primer leudado.

Tradicionalmente la decoración del Roscón de Reyes se ha realizado con trozos de fruta escarchada puestos justo encima del dulce y posteriormente horneándolo todo junto, dándole mayor dulzor al pan que de por sí no es demasiado dulce. Con el paso de los años se han introducido nuevos elementos como el azúcar granulado o los frutos secos, en este caso yo he utilizado almendra cruda laminada.

Para conseguir que cualquier elemento decorativo quede pegado a la superficie del pan y no se desprenda durante el horneado, se pinta con huevo batido, que además, tras salir del horno, le otorga un color moreno al pan que resulta mucho más atractivo a la vista. Si no vas a rellenar tu rosco, ahora es el momento de introducir en la masa el haba y el muñequito que hayas elegido, bien envuelto y bien disimulado.

Metemos el roscón de reyes decorado según nos ha parecido en el horno, ya precalentado a 200ºC con calor arriba y abajo. Dejamos dentro unos 25-30 minutos o hasta que lo veamos moreno y cocido. 

Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla para que el pan evapore toda la humedad de su interior.

Si queréis rellenar el roscón de Reyes, tal y como se hace actualmente casi en todos los casos, podéis utilizar cualquier crema azucarada u aromatizada, yo suelo utilizar nata montada o crema chantillí. También podéis poner trufa, crema pastelera o simplemente un poco de mermelada. Si no lo has hecho antes, recuerda poner entre la crema, (si que se note) el haba y la figurita.

 -----------------------------------------------------

Cuenta la leyenda que su origen es en Francia, donde se creó una gran rosca cuyo interior escondía un haba, la forma es ovalada simboliza el Amor de Dios, que no tiene principio ni fin.

Representa una corona y la fruta escarchada o cristalizada simulan las joyas que estaban incrustadas en la corona de los Reyes Magos, significando Amor, Paz y Felicidad.

También cuenta la leyenda que en su interior se esconden muñequitos, que recuerdan el momento en que José y María escondieron al niño Jesús, para salvarlo de Herodes.

Fuentes: Cocina a sentimiento,